A raiz de la globalización, el mundo ha tenido que ligarse a la imperante tecnología que se relaciona con la economía, la ciencia y todas las ramas que uno pueda imaginarse. Pero, el capitalismo cognitivo, a diferencia de las otras formas de capitalismo, deja a un lado la fuerza de trabajo y toma como elementos claves  la producción de conocimiento y los bienes inmateriales.

 

El objetivo de esta forma de capitalismo es visibilizar el lugar del conocimiento en la historia de la producción humana, es decir, la sociedad del conocimiento juega un papel importante. Todo lo relacionado con la producción inmaterial de bienes de la sociedad se encuentra bajo el mando de la propiedad intelectual.

 

Adicionalmente, los retos para este tipo de producción se encuentran también en la protección del trabajo de autores.  En este sentido, el copyright se transforma en un monopolio temporal amparado por leyes de cada país, pero después de cierto tiempo, pueden llegar a ser de dominio público.

 

La gestión digital de derechos se convierte en este contexto, el principal problema a combatir, porque se atenta contra el trabajo, el desarrollo cultural y humano. Es más, el desencadenamiento de este fenómeno constituye uno de los retos en la construccción de la sociedad de la información.